Dice Ignacio Peyró en su maravilloso libro “Comimos y bebimos” que el queso tiene la magia de hacernos regresar no solo a una tierra, si no a esa condición de paysan que nunca nos fue dada. Nada más cercano a esa realidad que la experiencia a la que te invitamos: conocer el Idiazabal en una quesería tradicional, de la mano de los productores, una familia vinculada al pastoreo desde hace más de 200 años, ¡seis generaciones!
Nuestros anfitriones tienen su quesería en el Goierri, en un viejo caserío del siglo XVI. Junto al
baserri está la granja de ovejas latxas, los pastos, la quesería, el ahumadero –qué rico el idiazabal ahumado— e incluso un pequeño museo, colección ancestral de viejos aperos fruto del trabajo familiar. Son además campeones en la elaboración de idiazabal y uno de sus quesos vencedores en el concurso de Ordizia (Los juegos olímpicos de la cata de idiazabal) se subastó por más de 13000 euros. Seguro que puede considerarse el queso más caro del mundo.
¡Tendrás ocasión de probarlo! Todo es artesano en este caserío, todo es cierto, verdadero. Cerraremos el paseo con una cata de producto, una degustación de 2 ó 3 tipos de queso y crema de queso, siempre con la compañía del dulce de manzana, la sidra, el buen pan…
Seguimos en el Goierri pero ahora toca disfrutar con el txakoli, el vino de los vascos. Nos estarán esperando en una bodega de la comarca. La visita comenzará por el viñedo, el paisaje que forja la personalidad de nuestros vinos. Vendrá luego conocer la bodega, los sabores del txakoli, la cata… y ¡cómo no! disfrutar en su restaurante de los sabores de la alubia de Tolosa, sabores tradicionales, ancestrales, elaborados al amor de la lumbre y en compañía de los sagrados sacramentos locales: las guindillas de Ibarra, lukainka (la sorpresa de un embutido tradicional vasco), su trocito de tocino y la costilla de nuestro
euskaltxerri de raza autóctona, su morcilla de Beasain, un poquito de berza de Amasa…
Una vez pruebes nuestro idiazabal y nuestro txakoli, ya verás, sentirás el exilio de la lejanía y tendrás que volver a Euskadi.
Por cierto,
¿Quieres practicar la receta de las alubias tolosanas? [Descarga pdf]